Gran parte de la literatura comparada sobre las instituciones políticas trata los sistemas presidencialistas y parlamentaristas como casos opuestos, especialmente en lo que atañe a las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo y al comportamiento de los partidos en el Congreso. No obstante, un creciente número de trabajos han mostrado que las experiencias presidencialistas en América del Sur tienden a apoyarse cada vez más en gobiernos de coalición vistos como formas de dar estabilidad al proceso político, algo que es común a los países parlamentaristas de Europa. Este artículo tiene como objetivo analizar las consecuencias de este modelo –el llamado presidencialismo de coalición– para el funcionamiento del Congreso en el Brasil contemporáneo.